viernes, 2 de junio de 2017

Primavera Sound 2017, f*** unexpected

El jueves esto ya va en serio. Entras tras sortear una cola gigantesca  para la pulsera, simulacro de cacheo de la bolsa, acceso con lectura de tarjeta y dentro. Hace sol, hay brisa, ves el mar al fondo, cruzas la feria, pides la primera cerveza, esa primera cerveza. Esperamos a alguien y pasa un inglés que nos dice a Rayuelo y a mí “nice shirts”, ya está, parecemos la típica pareja que van conjuntados, así cómo voy a ligar. 
Es pronto pero no tanto como para llegar justos a Kevin Morby, el primer verde en mi ruta, ruta que se fue al garete con el unexpected, pero no adelantemos acontecimientos. 
Kevin Morby tocó en noviembre en Apolo, lo había anotado en la agenda y todo, pero la vida no me dejó ir. Rayuelo sí fue, dice que eran cuatro gatos y que conciertazo. Ayer la solana implacable me nublaba el entendimiento, pero fue un gran concierto. Según setlist.fm empezó con City music, creo que sí. Crybaby, 1234, saltarina, me encanta. No recuerdo que tocara Come to me now, probablemente mi favorita. Llevaba una banda escueta, una guitarrista buenísima, un bajista guapo, y batería, claro. 
Fue en mordor, y ya que estaba y enfrente empezaban Triángulo de Amor Bizarro, pues allí me quedé, a que me pasara por encima su apisonadora. Hace tiempo que no escucho sus discos, mal, pero me tocan El fantasma de la transición y todos quie-quieren que se acabe de una vez, como si fuese la primera vez que quiero ser como un pez, sin ojos ni nada que hacer, sólo respirar para no perder lo único que no quiero perder por lo menos hasta después y empiezo a calentar gemelos y cervicales con cuatro saltitos resultones y sacudidas de melena. Y si cierran o casi con De la monarquía a la criptocracia, feliz. 


Nos íbamos hacia la comarca, yo quería ver a Julia Jacklin cuando llega un mensaje de que Arcade Fire tocarán en la hierba. ¿Qué hierba? Repaso rápido a las redes y lo primero que veo es un tuit de Discos de Kirlian avisando a Simbenia de que el unexpected, ese interrogante palpitante que llevaba semanas en la web del primavera, eran Arcade Fire. Arrastro al grupo. Hasta el Inquilino se deja arrastrar. Pues sí, en una de las rampas de cesped de detrás del escenario primavera han montado un pequeño escenario, han vallado el acceso, hay unos seguratas contando la gente que dejan entrar, y sí, estamos dentro, y estamos cerca. Rayuelo y Peppis, que es a quien le llegó el chivatazo antes de verlo en redes, están en primera fila. También nos llega el setlist, y antes de que empiece sé que va a ser la bomba y que pondrá mis gemelos a prueba. Bueno, fue el concierto de ayer. Creo que sólo hubo tres canciones en las que no diera brincos, me quedé sin voz, sin resuello, sin desodorante. Sonaron de maravilla, tocaron con ganas, están en forma y pude dejar atrás el recuerdo del nefasto sonido de razzmatazz el año pasado. Es que a ver: Everything now, Haiti, Here comes the nightime, No cars go (¡esta canción es el himno intersimbólico!), Ready to start, Sprawl 2, Reflektor, Afterlife, We exist, Creature comfort, Power Out (a nuestro alrededor hubo gente indiferente, ¡por dios!, que es Power Out!) y Rebellion (creo que la voz me la dejé ahí, come on hide your lovers underneath the covers, lies, lies!). 



¿Y ahora qué? Broken Social Scene ya habían tocado. Shit. Estábamos sedientos y la Baronesa y yo escogimos el peor rincón de barra, perdimos diez o quince minutos, perdimos a la gente, Rayuelo nos encontró, nos fuimos a Bon Iver, el Barón vino a hacer de novio molón, y Bon Iver sonaba de lujo y eso que estábamos bien lejos, pero yo ese concierto lo vi en Eaux Claires y lo veré en Copenhague en verano, así que nos fuimos para arriba a la tercera canción. A coger sitio para Kate Tempest. Que sin subtítulos nos perdimos la mitad, pero qué genia. Te hipnotiza con su fraseo y aunque no lo entiendas todo no puedes dejar de fijar la vista en ella, y entonces la banda entra con su musiquita y sus cosas y no puedes hacer nada, ríndete. 


De ahí a Death Grips, que ahora soy rapera, y madre mía la que tienen liada en las primeras filas. Es medianoche y estoy cansada, pero no hay dolor. No los vemos acabar, bajamos a The Black Angels, que yo no los tenía marcados, pero es que mi ruta ya daba igual. Había hypecito con ellos y me dejé llevar. Bien pero no, bajamos a The Damned, vemos una o dos canciones de lejos, subimos a King Lizzard pero tampoco, los barones se fueron, todos se fueron si no se habían ido ya salvo Rayuelo y yo. Yo quería ver a Pinegrooe que eran los últimos, había que hacer tiempo. Me encontré con una amiga, decidimos ir a la playa, tocaba Fatima Yamaha, y como somos tan catetos que esperábamos que fuera una mujer y era un pavo, nos fuimos a ver la carpa de juncos y de ahí otra vez para arriba, a Tycho previo descanso en la grada senior (Inquilino dixit). Tycho bien pero tampoco, unos micros y unas letras hubieran mejorado las canciones. Así que abajo, a ver de lejos a Skinny Puppy, y por fin Pinegrove. Hubieran estado mejor a las siete o las ocho en el escenario primavera, digo, pero me encantaron. Me aguanté el dolor de rodilla, la vejez es lo que tiene, me balanceé, coreé tímidamente algún estribillo, aplaudí convencida cuando terminaron y para casa. 

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