domingo, 17 de febrero de 2013

Historias cafeínicas de London

Mis aventuras en la capital inglesa...
-Cenar en Londres con Rayuelo, una veggie burger en un restaurante portugués especializado en pollo.
-No entiendo los semáforos en rojo para los coches pero no en verde para los peatones a no ser que pulses la señal wait. Eso sin contar lo poco que duran para cruzar, no saber a dónde mirar para ver de dónde vienen, y la conducción asesina de los londinenses.
- Los coches circulan por la izquierda, en las escaleras mecánicas también, pero en el metro, las escalera normales son aleatorias. "Keep right on the stairs" en una estación pero "Keep left.." en otra.
- Entrar a un Top Shop y que empiece a sonar "Teenage kicks" de The Undertones,  la canción que lleva años persiguiéndome por bares y discotecas.
- Adolescentes en monociclo en los alrededores de la catedral de St Paul
- El brownie que hago está más bueno que el brownie artesano de Borough Market, jijiji!

Sigur Rós boreal

Algún día veré una aurora boreal e irremediablemente en mi cabeza sonará Sigur Rós. 

Los he visto unas cuantas veces ya, afortunada soy, y aún me sorprende y maravilla esa mezcla de ruido sucio y melodia cristalina que consiguen en sus directos. Es impagable que se hagan acompañar de cuerdas y vientos para moldear guitarras y batería. 

Salieron puntuales, nos pilló acabando de pedir la cervecita de rigor. La canción que abrió el set, Yfirborð, debe de ser nueva, y si no, para mí como si lo fuera. Tras ella, las primeras notas al piano de Vaka causaron los primeros aplausos y gritos de júbilo del público. Ný Batterí o soñar con duendes y despertar con demonios. 
Para entonces había dejado de pasar gente, aunque se nos pusieron delante unos altos que tenían que ponerse de puntillas para ver algo. Nosotras casi ni los visuales. Por suerte a medida que pasaba el concierto fue abriéndose hueco delante nuestro y acabamos con una visión más que aceptable de todo el grupo. 
La que sigue no la conocía, ¿nueva también? Hrafntinna. Me encantó. Si esto es lo nuevo, ¿cuándo dices que sale?
Por fin Sæglópur y puedo sacudir la cabeza. Olsen Olsen, Fljótavík y la canción #6, seguimos flotando, y luego algo de Valtari, (Varúð) que no se diga, que es bien bonita y bien cabeceable, y llega la apoteosis festiva con Hoppípolla y el medley habitual con Með Blóðnasir y en el público, al lado de uno con un casco romano (¿?) hay alguien tirando el confetti que no lanzan desde el escenario. Glósóli y decido que en la próxima carrera esa será la canción con la que quiero entrar en meta. También  me valdría Kveikur, la nueva con la que cierran hora y media de concierto que ha pasado volando.  


Bis de dos canciones (en los setlist que circulan por ahí hay tres, Svefn-g-englar, Brennisteinn Popplagið (#8), pero juraría que solo fueron dos, la primera y la última), casi media hora más. 

Impecables, sacando conejos de la chistera como siempre, sin dejar de sorprender. Conciertos que te llevan a estados mentales parecidos a un trance místico. Boreal.