sábado, 8 de diciembre de 2012

Primavera Club - jueves, Great Lake Swimmers

La idea era llegar a Dusted, a las 20:15, pero a esa hora me añadía a la cola en la que Lau llevaba ya quince buenos minutos, y aún tardamos media hora más para que nos pusieran la pulsera. Un primavera sin cola absurdamente larga para entrar no sería primavera.
No sé si culpar al supertrancazo que arrastro desde el lunes del empanamiento, pero con lo que yo he sido, salir de la zona de canje de entradas sin el programa impreso...
Dentro, Dusted, última canción, el hit. Pues vale. Otra vez será.
Encontrar a Carmen, cerveza, y hacia adelante. Hay muy poca gente (los que no están en Swans están sentados en los anfiteatros) y nos podemos poner en las primeras filas cómodamente

Los chicos de Great Lake Swimmers (ni idea de quien eran hasta hace unas horas, cuando, quién si no, @brokenjarta me los ha descubierto vía vídeo colgado en twitter) prepararon el escenario, se retiraron y volvieron a salir con las luces atenuadas. E hicieron esto:



Pero mejor. Infinitamente más íntimo, más intenso, más poderoso, más sobrecogedor.
Le siguió esta otra:



Quiero casarme con este hombre, ¿alguien sabe si es gay?

El concierto bajó un poco en intensidad, pero me tuvo enganchada de principio a fin. Your rocky spine, uno de los hits, uff. 
Nos tocaron al lado los únicos niñatos de la sala que hablaban, pues el público se portó, manteniendo silencio y, supongo, atención. Tienen canciones más movidas y festivas, que permitieron algún bailoteo sin aspavientos. Como Easy come, easy go o esta:



Mención aparte merece la corista-violinista pelirroja, se le escapaba la simpatía por la sonrisa y los ojos brillantes, disfrutaba tanto que viéndola era difícil no contagiarse de su buen rollo.

Bien, muy buen comienzo de primaveraclub.

Qué pena que luego me tocara aguantar a Cats On Fire. Que me podría haber ido, pero por no hacerles el feo a las chicas..
En fin, grupo tributo a The Smiths, y yo no aguanto a The Smiths. Cantante con flequillo a lo The Drums, y yo no aguanto a The Drums. ¡Y la gente emocionada! Yo no había bostezado tanto desde... ¡no había bostezado tanto nunca en un concierto!
La teclista-corista me recordó a las dos finlandesas (son finlandeses) con las que coincidí en el erasmus en Marsella. Más raras que un perro verde. Claro que venían de Kuopio, y la leyenda urbana que corría por la facultad era que si ibas de erasmus a Kuopio volvías enganchado a una secta.
En esas cosas pensaba yo mientras deseaba que terminaran para irme a casa, tomarme una infusión caliente con miel y seguir con la lectura del libro que me traigo entre manos ahora (Història d'un Estat clandestí, Jan Karski, autobiografía de un miembro de la resistencia polaca que fue el primero en informar a los aliados del genocidio nazi y la solución final, sin que le hicieran caso durante un tiempo... el libro es una maravilla, os lo recomiendo)

Great Lake Swimmers, apunta ese nombre. Si quieres, claro. No voy a pasar lista.

2 comentarios:

El feo de entrecopas dijo...

Grupo apuntado. Incluyeme en la lista....;)

Walkiria Desbocada dijo...

uuummmmmmmmmmmmm.........