lunes, 24 de diciembre de 2012

martes, 11 de diciembre de 2012

Father John Misty

Madremía, madremía, madremía. Lo de Father John Misty esta noche en City Hall - Music Hall ha sido de otra galaxia.


Un frontman de los que quedan pocos. En la primera canción me recordaba a alguien, ¿quién?, ¿quién? Ah, claro, Rufus Wainwright. Por la teatralización de las canciones, calavera a la que cantar y dar de beber ¿whisky? ¿tequila? al final del concierto, cuando Josh Tilman, el hombre, o el nombre tras el hombre que se hace llamar Father John Misty, estaba ya desatado del todo. Pero con Rufus solo comparte el histrionismo y el timbre de voz en canciones como This is Sally Hatchet.
Histrionismo creíble, canciones que en el disco son tranquilas, de corte folk, medio sureño, llevadas al extremo. Voz cálida, rezumando carisma, comentarios graciosos entre canciones, belleza escandalosa, ese movimiento de caderas. Nos hemos acordado de Nic Offer, aunque no tenga nada que ver la música, pero ya sabéis.

Lo había avisado en un tuit, si movía las caderas como en este vídeo, no respondía.



Viendo más vídeos me ha asaltado la duda, ¿será gay? La duda no se ha disipado del todo esta noche, pero qué más da. Por cierto, llevaba la misma camiseta (en el vídeo y en la foto), lo hemos visto cuando se la ha quitado y le ha dado la vuelta. Eso no se hace. Lo de quitarse la camiseta.


Gay o hetero, lo cierto es que cuando ha bajado a bailar entre el público un par de chicas se han llevado un beso a casa.

Tontadas aparte. Grande. Un concierto que preveía tranquilo y pausado, perfecto para un lunes de resaca festivalera ha sido una sorpresa mayúscula. Por calidad musical y porque chicos, that's entertainment.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Primavera Club - sábado, se acabó la fiesta

El cumpleaños de Cafeína era cita ineludible y Toy y Deerhoof fueron los damnificados por nuestra ausencia (jajaja).

Después de ponernos las botas con sus delicias, cantar el cumpleañosfeliz y ponernos una copa (a Mark Lanegan había que verlo con un whisky en el cuerpo), nos subimos andando hasta el Sant Jordi Club. Montjuïc vacío a esas horas, salvo el acceso, lleno de cervezabiers.

Mark Lanegan salió con su banda a un escenario oscuro, con una melena que, de lejos y con miopía, me recordaba a Nacho Vegas, y en la segunda canción, Sleep with me, (¿cómo va esto? ¿vamos a tu hotel o vienes a mi casa?) ya me había metido de lleno en la atmósfera tenebrosa que lo envolvía. Las canciones del último álbum incluso permitieron algún discreto bailoteo, pero allí lo importante era dejarse llevar por su voz ahogada en bourbon. Eso hice. Hipnótico.

Lo siguiente era Ariel Pink's Haunted Graffiti, y Ariel Pink's Haunted Graffiti era un cuadro.  Pantalones rosa (creo que los lleva siempre, ¿tendrá varios pares o andan solos a la lavadora?) y bufanda extra-larga azul al cuello, gafas de sol y ¿peluca rubia? Psicodelia guitarrofestiva, surf pop chicle, nos sentamos en el suelo para dar descanso a las lumbares y nos sumamos al despropósito bailando con los brazos, creo que por un momento le pillé el punto, pero luego decidimos que ir a por una cerveza, otra más, y al wc a echar la anterior, era un mejor empleo de nuestro tiempo. Al volver aquello había mutado en algo parecido al heavy. No entendí nada, pero tampoco me pareció un payaso, bueno, lo es, pero porque quiere serlo. O algo.

Pero estamos con ganas de aguantar hasta Vaccines, venga chicos, hacednos bailar. Pues no. La mejor descripción la oí a una fan en la cola del baño: "Es que el primer disco era muy bonito, pero el segundo es muy feo". Así que cuando tocan las del feo es casi de bostezo, y cuando tocan lo bonito es un remedo de The Strokes y Franz Ferdinand y Ramones, pero hace bailar, qué caray, y aún tarareo If you wanna. 



Rumiaba volviendo a casa que este había sido mi último primaveraclub de treintañera, pero mira, al final va a ser el último del todo. Aunque fuera a Guimaraes o Bruselas, no sería lo mismo.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Primavera Club - viernes de alineación planetaria

Ayer era el día de Los Planetas. De Alfaro, de la bienque, Chinarro y TAB también, pero los que nos hicieron hacer una gimkana (¿ginkama? nunca he sabido cuál es la buena) por Montjuïc para sortear vallas y coches del rally no sé qué que hacen hoy y guiris boquiabiertos frente a la fuente mágica con la música más horrorosa oída en tiempo, fueron Los Planetas. ¡Si hasta vino Paloma! Y Margarita, que ya me había confirmado hacía días que no los iba a ver sola.
Pero antes de subir a Montjuïc mereció la pena pasarse por lo que para mí será siempre Studio 54 (aunque tampoco fui tanto) a ver a Little Wings. Si no llevara el atraso de lectura de rockdeluxes que llevo habría leído la entrevista que le hicieron en el número de octubre y habría escuchado el cd que iba con la revista, con un recopilatorio de canciones hecha por el que debe ser su fan número uno en España y del que, vía @brokenjarta, de nuevo, leí esto en su blog. Y ya que iba pronto por allí, aproveché para subir a por un programa de mano. Bueno, dos. Uno para usar y otro para guardarlo. Facultades mermadas, chupaos esta.

Little Wings, que me despisto. Pues se había afeitado la barba y mi bisabuela tenía razón, los chicos guapos no necesitan llevarla. Los feos sí. Modernos que estáis llevando barba por encima de vuestras posibilidades, primer aviso.
Pero de un hombre con una guitarra dedicado a componer, tocar y cantar canciones bonitas una barba de más o de menos no debería importarnos. No importó. Un show corto, tres cuartos de hora, bastó para apuntarme otro nombre en la lista. Si como yo, no lo conocéis, empezad por esta, Gold Teeth


Llegar al Sant Jordi Club cuando Alfaro termina su show, Camisa hawaiana de fuerza, El detonador Emx-3 y Fuerte. El detonador no es Un ángel turbio pero me vale para remover recuerdos de otros tiempos.
Se suceden con puntualidad La Bien Querida, ¿qué es toda esta electrónica? si fueran las dos de la mañana y llevara dos copas me habría pegado buenos bailes; Sr. Chinarro, no lo vemos entero, hay que cenar, de El rayo verde en adelante, y me gusta más que en el primaverasound, bueno, mi concierto memorable de Chinarro fue en las fiestas de Gràcia de hace años (aquí la crónica del Inquilino, de cuando hacía crónicas - zasca en toda la boca :-P - ) y eso creo que ya no va a cambiar; Triángulo de Amor Bizarro, ¿sonaron más "suaves" que otras veces o es que no me metí en la tormenta? como fuere, había que prepararse para las dos horas y media prometidas de concierto de Los Planetas y nos perdimos el final.
Aquí hemos venido a lo que hemos venido.

De la primera parte no recuerdo todas las canciones, ni el orden, pero tocaron Toxicosmos, Corrientes circulares en el tiempo, Santos que yo te pinté, Reunión en la cumbre, No sé cómo te atreves (con la bienque, sí), Señora de las alturas, Nunca me entero de nada, Devuélveme la pasta, Alegrías del incendio, Soy un pobre granaíno. En duda, Si me dista la espalda, Entre las flores del campo, Maniobra de evasión. Bueno, seguro que por ahí circulan setlists precisos, pero hacer memoria va muy bien para prevenir el Alzheimer.
El bis sí lo tengo claro, y fue tremendo: Segundo premio, David y Claudia, Un buen día y De viaje. 
El tris deslució el subidón con que nos hubiéramos ido tan contentos, Ya no me asomo a la reja, El artista madridista y Pesadilla en el parque de atracciones. Y aún salieron para tocar una última, que no reconocí, y que definitivamente se podían haber ahorrado, para eso no salgáis, dejadnos con la sonrisa y no con el espalda exigiendo a gritos un descanso.
Las que no tocaron: Mi hermana pequeña, Aeropuerto, Rey Sombra, La caja del diablo. Inquilino, tus amenazas no surtieron efecto.


La que ya no tocarán nunca: Tendrá que haber un camino. 
Al final fueron más de dos horas y cuarto, la mitad denostada por algunos, pero yo disfruté el concierto de principio a fin, porque, como he leído por ahí, los fans no tenemos criterio, y a mí me gusta La leyenda del espacio y Una ópera egipcia, aunque reconozco que esos dos discos no son de apoteosis saltarina colectiva, y mejor escucharlos en casa o cómodamente sentado en un auditorio.


Y lo de siempre, J que no se le entendía; el resto del grupo impasible, a lo suyo; los karaokes multitudinarios en las canciones más antiguas; el grupito que lo da todo justo delante tuyo acaparando un espacio físico que no merecen, y acabar afónica pese a cantar en voz baja, para mí.

Lanzo una idea: "Los Planetas tocan Super 8". Y solo ese álbum. Con Mi hermana pequeña  en los bises.
Ahí lo dejo.

Primavera Club - jueves, Great Lake Swimmers

La idea era llegar a Dusted, a las 20:15, pero a esa hora me añadía a la cola en la que Lau llevaba ya quince buenos minutos, y aún tardamos media hora más para que nos pusieran la pulsera. Un primavera sin cola absurdamente larga para entrar no sería primavera.
No sé si culpar al supertrancazo que arrastro desde el lunes del empanamiento, pero con lo que yo he sido, salir de la zona de canje de entradas sin el programa impreso...
Dentro, Dusted, última canción, el hit. Pues vale. Otra vez será.
Encontrar a Carmen, cerveza, y hacia adelante. Hay muy poca gente (los que no están en Swans están sentados en los anfiteatros) y nos podemos poner en las primeras filas cómodamente

Los chicos de Great Lake Swimmers (ni idea de quien eran hasta hace unas horas, cuando, quién si no, @brokenjarta me los ha descubierto vía vídeo colgado en twitter) prepararon el escenario, se retiraron y volvieron a salir con las luces atenuadas. E hicieron esto:



Pero mejor. Infinitamente más íntimo, más intenso, más poderoso, más sobrecogedor.
Le siguió esta otra:



Quiero casarme con este hombre, ¿alguien sabe si es gay?

El concierto bajó un poco en intensidad, pero me tuvo enganchada de principio a fin. Your rocky spine, uno de los hits, uff. 
Nos tocaron al lado los únicos niñatos de la sala que hablaban, pues el público se portó, manteniendo silencio y, supongo, atención. Tienen canciones más movidas y festivas, que permitieron algún bailoteo sin aspavientos. Como Easy come, easy go o esta:



Mención aparte merece la corista-violinista pelirroja, se le escapaba la simpatía por la sonrisa y los ojos brillantes, disfrutaba tanto que viéndola era difícil no contagiarse de su buen rollo.

Bien, muy buen comienzo de primaveraclub.

Qué pena que luego me tocara aguantar a Cats On Fire. Que me podría haber ido, pero por no hacerles el feo a las chicas..
En fin, grupo tributo a The Smiths, y yo no aguanto a The Smiths. Cantante con flequillo a lo The Drums, y yo no aguanto a The Drums. ¡Y la gente emocionada! Yo no había bostezado tanto desde... ¡no había bostezado tanto nunca en un concierto!
La teclista-corista me recordó a las dos finlandesas (son finlandeses) con las que coincidí en el erasmus en Marsella. Más raras que un perro verde. Claro que venían de Kuopio, y la leyenda urbana que corría por la facultad era que si ibas de erasmus a Kuopio volvías enganchado a una secta.
En esas cosas pensaba yo mientras deseaba que terminaran para irme a casa, tomarme una infusión caliente con miel y seguir con la lectura del libro que me traigo entre manos ahora (Història d'un Estat clandestí, Jan Karski, autobiografía de un miembro de la resistencia polaca que fue el primero en informar a los aliados del genocidio nazi y la solución final, sin que le hicieran caso durante un tiempo... el libro es una maravilla, os lo recomiendo)

Great Lake Swimmers, apunta ese nombre. Si quieres, claro. No voy a pasar lista.

sábado, 1 de diciembre de 2012