domingo, 4 de marzo de 2012

Grace is gone

Esta película la vimos en el Festival de Cine de Gijón en 2007. Recuerdo perfectamente que era domingo en la sesión de las cuatro, en el precioso pero incómodo Teatro Jovellanos.
Sabíamos un poco de qué iba, pero la actuación sobrecogedora de John Cusack nos pilló desprevenidos.
En esa época la invasión de Iraq por la cara todavía salía en las noticias día sí, día también y el ejército estadounidense sumaba víctimas a diario. Las víctimas civiles iraníes no salen en la película, pero esa sería otra ídem.
Aquí se relata el drama de una pérdida, y es doble drama porque el hombre que interpreta Cusack es un republicano convencido, ex-militar a su vez, que cree que la labor de su ejército es justa y necesaria. Y cuando le toca enfrentarse al hecho de que su mujer y madre de sus hijas ha muerto allá, es incapaz de reaccionar.
La película es sencilla. Paisajes de la América (US) profunda, una sucesión interminable de malls. Se sustenta en la interpretación gigante de Cusack y la niña mayor, Shélan O'Keefe. Y es suficiente para hacer una película conmovedora.
Aun comentamos como en el pase de Gijón el cine entero lloraba y se sorbía los mocos con discreción, salvo una señora sentada detrás nuestro que hipaba desconsolada. Hoy he llorado más que aquel día, si cabe, ya desde la escena con el hermano (Alessandro Nivola, barbudo interesante). He quedado exhausta.
Háganse un favor, véanla.

1 comentario:

la maca mona dijo...

No la vaig veure, estavem al teatre....però m'ha donat moltes ganes de veure-la....

:)