miércoles, 29 de febrero de 2012

29 de febrer de 2012

No tinc res especial que explicar, excepte incidències domèstiques sense interès.
Però avui és 29 de febrer i em feia gràcia tenir una entrada al blog en aquesta data.

Bona nit.

PD: ha estate bé reveure Quadrophenia.

domingo, 26 de febrero de 2012

Evolución o involución

En un principio estábamos todos.

Después empezó a haber una ligera mayoría de entradas de un par de colaboradores.
Ahora esto es así de triste. Desde noviembre solo publicamos Rayuelo y yo, y ¿sabéis qué? ¡es muy aburrido! ¡Me gusta leeros! O más bien, me gustaba.
Creo que esto cambiará con una entrada inminente que me han prometido, pero tengo serias dudas de que vaya a cambiar la tendencia agonizante de este blog.
Me encantaría equivocarme.

sábado, 25 de febrero de 2012

martes, 21 de febrero de 2012

Reacciones insospechadas

Ayer me lo anunciaron vía email: "se os ha bloqueado la SIM del móvil, tranquilos, es porque mañana os entregamos el iPhone".
Mi informático favorito me lo ha traído pasadas las 10 y en ese momento solo he acertado a preguntar "¿cómo se silencia?". Lo he dejado dentro de la caja, con la tapa abierta, y he seguido a lo mío. Pero al poco, verlo dentro de su caja-sarcófago me ha incomodado. No le estaba prestando atención. Por suerte o desgracia tenía bastantes cosas que hacer y no he vuelto a sentir su presencia hasta que ha sonado, el móvil viejo, que no ha sonado, ha emitido el breve bip de siempre, que me sobra para ver la llamada. He contestado con el viejo. Lo máximo que he hecho luego ha sido verificar en el iPhone la llamada que constaba como perdida, y al ver los mismo horrorosos recordatorios que inundan mi correo, he cerrado la caja y la he metido en el segundo cajón.
A mediodía mi informático favorito ha hecho el segundo intento, tuneármelo. Solo ha configurado el gmail. El resto le he dicho que ya lo haría yo. O no. Agradecida, sí, mucho, de sus buenas intenciones, pero abrumada, no sé por qué.
Así que he vuelto a mi mesa y el iPhone ha vuelta a su caja y al segundo cajón.
Ahora se está cargando, es lo único que he acertado a hacer al llegar a casa. Me ha parecido mejor llamar a mis sobrinos y preguntarles de qué se habían disfrazado.
Si he de dar un nombre a cómo me he sentido hoy con ese nuevo artilugio en mi poder es angustiada. Angustia y ansiedad y rechazo. Porque además ese artilugio no es mío, pero es tentador. Es tentador empezar a usarlo para actualizar mi estado en las redes, para enviar correos desde cualquier sitio, para hacer fotos... y que me convierta en una adicta enferma. ¡Por dios! Bastante enganchada estoy ya al farmville! Que me veo bajándome la app de turno para poder comprar el unicornio arcoirisado!
Me fijo en la gente que en el metro va enganchada a la pantalla de su smartphone, que cruza los semáforos sin mirar, eso cuando los cruza, a veces se queda ahí, embobados, hipnotizados por la luz azulada. Van por la calle sin mirar, y miran sin ver.
No sé si quiero ser uno de ellos.
Así que de momento mañana iré a la oficina con tres móviles en el bolso, y pienso seguir contestando las llamadas (para dos que recibo) con el viejo.

viernes, 17 de febrero de 2012

domingo, 12 de febrero de 2012

Mundo viejuno




La primera es del Barón, la segunda es la mía.
No es el único concierto al que asistimos sin conocernos. Igual yendo hacia las primeras filas él me pisó, o mi cerveza acabó en la espalda que ahora palmeo al darnos abrazos.
Me ha costado ver la fecha, 24 de enero de 1997, y creo que fue la primera vez que vi a Los Planetas en directo. También fue la primera vez que vi a Chinarro en directo, y la segunda vez que no vi a Penelope Trip, que quedó como mi grupo maldito de los 90. Nunca llegué a verles. En este concierto porque tocaron los últimos y me fui antes de que empezaran, que fue muy muy tarde.
El Barón ha compartido esa foto y he recordado que además de ver por primera vez a Los Planetas en directo, creo, seguro que fue la primera vez que veía a J de cerca sin que estuviera subido a un escenario. Salió a la calle, no sé bien a qué, y hubo fans que se pusieron a hablar con él. Nosotras lo vimos desde el otro lado de Nou de la Rambla, parecía amigable, nada que ver con la fama que ya tenía entonces de borde. Pero como siempre, no me acerqué a decir nada. Mi timidez, prudencia y discreción me hicieron quedar donde estaba. Del concierto en sí, recuerdo poco poquísimo. Solo que fui con Diana y alguno de sus amigos de Ibiza que estuviera de paso por Barcelona.
Ens fem grans.

Fiestas demoscópicas


Si hay un concierto gratis, con tres grupos a descubrir y un valor seguro como El Columpio Asesino, allá que vamos. Aunque al final la gratuidad causó muchas bajas. Ir al razz da palo, mucho palo.
Pero era viernes, ¡qué narices! Entramos pasadas las nueve a un razz bastante lleno pero para nada agobiante, y ya estaban tocando Doble Pletina. Los reconocí cuando oí la letra de "Música para cerrar las discotecas", no porque hubiera oído la canción antes, si no porque había leído la reseña en mondosonoro. Lo poco que oímos, me gustó. Y podré verles pronto, tocan con Parade en marzo, caprichos de apolo. Después tocaron Boreals, y bueno, no les presté mucha atención, pero eso no es ni bueno ni malo. Quizá malo. Eran bailongos. Y esto me gusta.
En fin, que resultó que L'Hereu Escampa ya habían tocado antes de que llegáramos, pim, pam, tú, y antes de lo que pensaba salieron los navarricos. Les hemos visto hace muy poco, aunque septiembre sea hace casi 5 meses, y les volveremos a ver en dos semanas, pero oye, que me quiten la diversión. El frío que hacía en razz tuvo la culpa de que casi ninguno nos quitáramos el abrigo, yo solo a última hora, (y sé de una que se bebió el cubata con los guantes puestos porque se le helaban las manos) y bailar y dar saltos con el tabardo puesto se hace complicado. Pero bueno, cabecear mirando al suelo, sí se puede, y eso hice.
La Saxofonista comentó que en el primer recuerdo que tiene mío, FIB 2001, le dije "yo me voy a ver El Columpio Asesino" pasando de Belle&Sebastian. Eso posiblemente fue un error, B&S dieron el concierto emotivo de la década, por lo que me contaron después, pero errores de estos cometo uno por festival, mínimo. Y lo que fardo ahora con eso de lo pronto que conocí al Columpio.
Otra vez he acabado hablando de mi wilco, y no contando mucho del concierto.
Que estuvo bien, oye, tienen cancionzacas, las tocaron con ganas y a mi me pones cuatro guitarrazos, un poco de distorsión, le arreas bien a la batería y acabas con Toro y Vamos y necesito poco más para estar contenta de haber salido de casa en una noche gélida.

sábado, 11 de febrero de 2012

Emmy the Great


Concierto en domingo da un perezón tremendo, pero si has sido bueno el fin de semana (= no tienes resaca que arrastrar por el sofá) en cuanto son las siete te arreglas un poco y te echas a la calle.
La propuesta era un "Capricho del apolo", Emmy the Great y Papercuts, aunque la que nos llevó ahí fue Emmy.
No quedó claro si ella fue telonera de ellos o ellos el grupo de relleno para alargar la noche, pero lo cierto es que el público menguó considerablemente cuanto Emmy the Great terminaron.
Emmy the Great son Emmy a la guitarra y voz con camiseta de Iron Maiden, Alex aka un-chico-altísimo-con-gabardina-de-inspector-Gadget a la guitarra? y coros y otra chica a los teclados y coros, y hacen grandes pequeñas canciones. Fue hace dos semanas con lo que mi recuerdo es ya muy difuso, pero sé que me quedé embobada escuchando y que al terminar tenía la típica sonrisa tonta en la cara.
Luego Papercuts no estuvieron mal, pero nada que ver. Creo recordar que me recordaron a distintos grupos en distintas canciones, pero ya no recuerdo cuáles. Lo que me recuerda que debo escribir mis lo-que-sean sobre los conciertos lo antes posible.

La Palma, la playa



El último día en La Palma bajamos a la playa. La del Faro de Fuencaliente. Habíamos bajado la tarde anterior andando (5 km y 700 metros de desnivel) y me hermano se bañó mientras yo hacía fotos.
Cogimos la guagua a las 9 de la mañana, y media hora más tarde estábamos ya en una playa de arena negra en la que soplaba un viento de mil demonios, aunque el sol era templado. Fue raro colocar el pareo e irse quitando primero el corta-viento, luego el forro polar, arremangarse los pantalones, descalzarse, bueno, va, me quedo en camiseta, y vaya, mi hermano ya está en el agua. No puedo ser menos, pero sobre todo no puedo irme de esta isla sin haberme dado un baño. Así que valor y a acabar de deshacerse de la ropa, y ¡al agua! Estaba fresca, definitivamente me he bañado en aguas más frías. Veinte minutos de disfrute y otra vez a armarse de valor para salir, esperando el momento en que las ráfagas de viento amainaban.

Después ya sí, volvimos a Santa Cruz, a devolver la llave del refugio, a hacer las últimas compras, a asaltar los bares por última vez y cenar como señores.
Lo del asalto a los bares no lo he contado, pero lo hicimos en Puntagorda, en Fuencaliente y en Santa Cruz, y lo pasamos en grande. Es el clásico "de bar en bar" pero en una isla diminuta donde te miran de arriba abajo en cada sitio que entras para luego ponerse a hablar contigo amigablemente. Y por dos duros.

Con este mini-post acaba mi relato de unas vacaciones en enero, enero en la playa y enero en la montaña, enero con un hermano pequeño con quien viajaba por primera vez, enero de un año que pinta negro pero yo insisto en pintar de colores.


sábado, 4 de febrero de 2012