domingo, 27 de noviembre de 2011

Jean Bouin, pas mal du tout, dadas las circunstancias

Arrastraba un resfriado incipiente desde el martes que ayer se manifestó al levantarme, con tos seca irritativa, algún moco y voz de cazalla. Solo cuatro entrenos este mes, muy por debajo de los que hice el año pasado, y por si fuera poco, por la tarde se presentó esa impertinencia fisiológica femenina que si aquejara a los hombres sería causa de baja médica una semana al mes.

Fui a recoger dorsal y camiseta ayer por la tarde, que este año la camiseta es muy chula, ¿o no? y ya al subir por María Cristina y ver las vallas y la línea de meta me entró el gusanillo. Cuando vi el dorsal, 176 de histérica apuntada a la media hora de abrir inscripciones y color verde de "no es la primera vez que hago esta carrera" pensé que tenía que intentarlo. Aunque una cena de cumpleaños y acostarse a la una y cuarto con unas copitas de vino en el cuerpo no sea lo que recomendaría nadie sensato.
Ha sonado el despertador a las 7, estaba sudando en la cama como un pollo, así que me he enchufado el termómetro. Nada. ¿Algún médico en la sala me puede explicar porque muy frecuentemente tengo febrículas (entre 37º y 37.5º) y cuando estoy resfriada de verdad no pasa de 36.7º? He pegado un par de tosidos, poca cosa, infinitamente mejor que ayer. Me había quedado sin excusas. A la ducha.

He llegado justa pero he esquivado el follón que había en el guardarropa, he visto a un par de amigas y hasta me ha dado tiempo de saludar a los de los galgos y el Quijote. Me han despistado en la salida y casi salgo la última! Aunque ellos salían desde atrás por el perro en un plis se habrán plantado en Gran Vía, pero yo salía con el objetivo de que no me barriera el coche escoba y un setlist de 1h 10' (y como le he dicho a Alberto, igual me faltan canciones), ¡no se puede salir tan tarde!
Pero he ido recuperando posiciones, poniéndome a rueda de corredores que llevaban un ritmo que pudiera seguir, y pim pam, los cinco primeros km han pasado casi sin enterarme, y con buen tiempo. Al enfilar Marqués d'Argentera he pensado que si llegaba a Drassanes apurada me metía en el metro. Pero no, he llegado bien, y aunque faltaba lo peor, no me podía rendir. Frente a la gasolinera de Paral·lel me esperaba el Inquilino, le he visto de lejos y le he saludado efusivamente, hoy más que nunca que estuvieras allí me ha hecho ganar 30" por lo menos!
Paral·lel, paral·lel... ¿a que en coche no parece que suba mucho? Km 8 y la gente que nos anima grita "ya falta poco" pero es que ese poco es lo peor! El carrer Tamarit es un suplicio, el carrer Lleida, el vía crucis, pero este año la última cuesta en Joaquim Blume me ha parecido pan comido. Y después de rodear la fuente, ¡qué gusto correr cuesta abajo por Marqués de Comillas!

Y encontrarte un marcador a 00:00:00. Menos mal que llevaba mi trastito. Por 16 miserables segundos no he igualado mi (mala) marca del año pasado, ¡y yo que pensaba que lo había hecho mejor! No sé porqué contaba con que había hecho la carrera en 1h 07' el año pasado, y no, hice 1h 05' 18". Este año 1h 05' 34". Pero ¿sabes qué? como siempre, ¡he ganado!

sábado, 26 de noviembre de 2011

OBK: Historias de amor

Perdón por la erre, la culpa es de mi frenillo, el de arriba

viernes, 25 de noviembre de 2011

Crítica de concierto: The Rapture

Llegamos a las 9 pensando que empezaba a las 9 porque no había teloneros. Pero nos engañaron. Empezó a las 10. En el entretanto, nos tomamos unas cervezas de esas de 6 euros que bebes con el ansia de un martes en que ya estás hasta los cojones del trabajo y solo llevas dos días y te quedan otros tres.


Bueno hizo bien en retrasarse porque cuando llegamos no había ni un tercio de persona, cuando empezó ya hacía un poco mas de goig. Público en sus treinta y largos moderniqui.

En la espera estuvo pinchando un DJ que puso varios temas muy bailables y que ya fue calentando el ambiente. Solo hizo algo feo, pinchar una mezcla de "How deep is your love". Hombre eso no se hace joer.

Así que a las 10 salieron los chicos de The Rapture con su disco calentito con el disco de DFA, o sea, menos guitarra y mas sintetizador. Y la verdad es que se han sabido reinventar y acertar con un temazo como single. El sonido increible, la voz perfecta y todo a la perfección. Nos hicieron bailar como locos con su último disco y con 2 o 3 de las antiguas.

Lo malo -o quizá lo bueno porque era un martes y estabamos petaos- es que duró poquito. A la hora ya se metieron para adentro y luego salieron a hacer dos bises, y claro acabaron con "howdeepisyourlove" el temazo indiscutible.

Por mi parte un nueve al concierto, me quedé flipao de lo bien que lo hacen, de lo bien que cantar el frontman y alma del grupo, de como me baila, de lo loco que está el de los teclados y saxo.

Famosos en el público: Ana Morgade, con la misma pinta que en BFN. La ví pequeñita la verdad. Me abstengo de mas comentarios que reservo para el próximo pirulo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

The Drums, la confirmación

El enésimo bluff de Brooklyn visitó ayer Barcelona para iniciar su gira europea. Con razonable puntualidad, los muchachos de The Drums salieron a escena a defender su copia barata y acelerada de The Smiths, aunque eso fue suficiente para el público que llenó en 3/4 partes el Razzmatazz.
Los primeros 20 minutos de concierto superaron mis expectativas, a base de ritmos bailables y pegadizos, más adecuados para una fiesta estival en fase borrachina (2ª fiesta intersimbólica?), eso sí. De ahí al final del concierto (con bis de tres canciones), la irregularidad y la monotonía estilística se apoderaron de la noche, aunque el público gafapasta coreara emocionadamente alguna canción (no me pidáis que la identifique porque casi todas me parecieron iguales). El cantante se prodigó en amaneramientos sin clase ni gracia, lo que hoy en día equivale a ser "cool". Sonaron razonablemente bien, a pesar del volumen sospechosamente elevado, supongo que para enmascarar el escaso dominio instrumental del grupo o el playback, yo no me fío.
Las entradas a 26 euros, para una colección de canciones pegadizas y efímeras que sólo merecen ser escuchadas en formato pirateado, son un auténtico abuso del que un público aborregado y adoctrinado parece no ser consciente .
Delante mío estaba el típico bailarín necesitado de espacio vital para vivir apasionadamente su concierto particular.
La insistencia de las revistas de tendencias harán que The Drums suenen 5 minutos en tu vida musical, pero jamás saldrán del saco de grupos como U2 post Achtung Baby, Coldplay copiando a Locomía o Arcade Fire (peligrosa secta canadiense disfrazada de grupo tributo a Celtas Cortos).
Si los mayas acertaron y en el 2012 llega el fin del mundo, al menos The Drums no podrán grabar otro LP.
Y me volví a casita con esa melodía que lo resume todo perfectamente.



Crónica basada en hechos reales y prejuicios personales. Ningún animal o gafapasta ha sido maltratado en la elaboración de la misma. La dirección general de salud recomienda no escuchar The Drums y/o Arcade Fire más de 5 minutos. Piensa en verde (Greenpeace o Heineken, lo que prefieras).

martes, 15 de noviembre de 2011

Me and the drugs


Ni las probé, ni me atrajeron, ni las tuve cerca, ni mis amigos se metían. Simplemente pasó como algo que hacían terceros, normalmente gente que no me interesaba ni me parecía un referente, mas bien me daban lástima. Y los que estimaba que lo hacían se ocupaban de ocultármelo.

Una vez me fue un porro entero a cara de perro, es la única vez. Me puse amarillo y no había forma de recuperar mi cerebro embotado. Me metí en la cama hasta que se me pasó. Lo pasé fatal.

Luego las cuatro caladas cuando te lo pasan y pretendes hacer como que sabes fumar. O la cachimba de toda la vida, de que aun recuerdo aquella con costo iraní que fue la única que me hizo gracia.

Una vez me ofrecieron garlopa a las 9 de la mañana –joder era el único que no iba puesto y era el mas animado-. Esto pasa, la gente aguanta y aguanta –tu a duras penas- y no te das cuenta que van entrando al wc cada cuarto de hora.  Joder no me di cuenta, si lo se me piro a casa antes.

Aun en la mili los colgaos me ofrecían pastillas cualquier día antes de ir a dormir. Que pereza.

Otra nos encontramos una bolsa de maría y me la puse en una pizza a modo de orégano. Esa vez estuvo bien, aunque no hablé en toda la noche disfrutando de mi mundo interior.

No tengo nada en contra ni a favor, ni mis padres me lo prohibieron ni me creí la propaganda de Proyecto Hombre. Solo pienso a veces si me perdí algo. O hice lo correcto, que yo soy mu vicioso.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Pequeña reflexión de un intersimbólico cuarenton

No se a vosotros pero a mí me da la impresión de que cada vez nos vemos menos. Salimos menos de fiesta, menos de conciertos y hasta a algunos les ha dado por tener hijos.

Me gustaría veros mas. No tengo la solución ideal pero creo que deberiamos crear mas encuentros para todas las edades y condiciones. Yo por desgracia tengo un hijo y no puedo ir a la mayoría de las cosas que se convocan.

Y por favor, vayamos variando de sitios para quedar. Que Gracia es muy bonito y todo eso, pero hay mas sitios en BCN.

De buen rollo todo

sábado, 12 de noviembre de 2011

Acércate más

"Pero si un día no vienes después del desayuno, si un día te veo a través de cualquier espejo buscando, quizás, a otro, si el teléfono suena y suena en tu habitación vacía, entonces, después de indecibles angustias, entonces -porque la locura del corazón humano no tiene límites- buscaré y encontraré un tú como el tuyo. Entretanto, borremos de un golpe el tic-tac del reloj del tiempo. Acércate más."


Virginia Woolf. Las olas

miércoles, 9 de noviembre de 2011

SOP-001: Normas de Uso de Cadenas de Correo Electrónico

Cualquiera puede iniciar una cadena, pero tendrá en cuenta lo siguiente:

  • Incluir al máximo número de contactos cuando se desconocen intenciones, disponibilidad, etc.
  • No incluir a aquellas personas que ya sepa que no tienen interés en el evento que origina la cadena.
  • Que prevalezca el criterio propio, el conocimiento de las agendas, del gusto, etc. y en caso de duda, incluir.

El destinatario que no desee recibir más correos que lo manifieste lo antes posible.

Una vez alguien ha expresado su deseo de ser eliminado de la cadena, puede/debe hacerlo el primero que conteste a la misma. Si no es así, será responsabilidad del originador de la cadena ir eliminando.

El eliminado no contestará de nuevo (a no ser que siga recibiendo correos, en cuyo caso contestará sólo al iniciador de la cadena solicitando de nuevo que se le borre)

  • Si lo hace “reactiva” la cadena bajo su responsabilidad (=se aguanta si le vuelven a llegar cientos de correos)

Cuando varias personas han manifestado su deseo de ser eliminadas, no contestar correos anteriores a la eliminación. Si se hace para seguir algún hilo de conversación, asegurarse de eliminarlos.

Se da por hecho que a aquellas personas que jamás contestan un correo o intervienen en una cadena les da igual recibirlas, o que ya nos tienen configurados para que vayan directamente a la papelera.

Que prevalezca la cordura y el buen rollo. Se intentará eliminar a la gente que no desee recibir más correos, pero si falla el procedimiento, mejor un poco de paciencia (ya les quitaré cuando me dé cuenta, y me daré cuenta, por algo tengo la cruz de ser tan cuidadosa con el bienestar ajeno) que tres correos más.

domingo, 6 de noviembre de 2011

In-Edit: Message to Love - Isle of Wight Festival

El in-edit siempre programa un par de documentales de festivales, algunos añejos (Monterrey, Newport) o no tanto (Glastonbury) y como buena festivalera, intento ver al menos uno en cada edición.

Este año había un par, ambos dirigidos por Murray Lesner, que era el invitado del que se hacía la retrospectiva. Elegí el de la Isla de Wight, porque apuntaba maneras. Maneras = morbo.

Un festival celebrado en 1970, donde actuaron The Who, The Doors (nos cascaron dos canciones, una de ellas, The End y sus diez minutos de duración, Joni Mitchell (qué mona), Jethro Tull (qué pesaos), Free (los que cantaban la de "all right now, baby, it's all right now"), Moody Waters (Nights in White Saten un poco fuera de lugar), Leonard Cohen (Suzanne, impecable, y él con parecido razonable con Desmond Hume, ¿que no?), Jimy Hendrix (ese traje “en llamas” con los pantalones de chándal apretaditos naranja no se me olvidará fácilmente...), Joan Baez, Emerson, Lake & Palmer, Kris Kristoferson, y otros que cayeron en el olvido (olvido de los tiempos y/o de mi corta memoria para anotarlos todos) pero que se recuerda sobre todo porque durante tres días se mascó la tragedia. Acudieron a la isla de Wight 600.000 personas y sólo 60.000 pagaron las 3 libras de la entrada (no sé si era precio razonable, aunque parece que sí). Hordas de proto-perroflautas se negaron a pagar, aduciendo que la música era revolución y pagar iba contra eso, amenazaron con derribar vallas y pusieron en apuros a unos organizadores bisoños que sólo trataban de cubrir gastos y pagar a los músicos, que cobraban en metálico y antes de la actuación. (Quien no ha organizado una fiesta grande o estado en una comisión de fiestas no es consciente de lo que valen las cosas ni del trabajo que hay que echar para que todo salga bien)

Pero no hubo tragedia, y las actuaciones se sucedieron con bastante orden, concierto y acierto.

Sorprende ver que el público seguía las actuaciones sentado, en sillas o en el suelo, que la música tenía unos cuantos beats menos que ahora, y que allí sólo unos pocos daban saltos y se pasaban el concierto bailando.

Después Murray Lesner estuvo un rato contestando preguntas, entrañable.

Un bonito broche para acabar una de las mejores ediciones del in-edit que he vivido, y ya van unas cuantas.

Thank you for coming, see you next year.

Crítica de concierto: Josh Rouse

Josh se presentó de nuevo en Bikini, como casi cada año, para presentar su nuevo disco. El concierto era a las 21 horas en la teoría, pero a esa hora entraba en chaval tan tranquilo por la puerta de la sala.

Así que empezó a y media. Nos dió por pedir una cerveza y una coca cola y Bikini nuevamente no defraudó: total 7,5 euros en vaso de plástico. El concierto duró una hora mas media hora mas de bises. La primera parte fue la presentación de las nuevas canciones y algunas de las mas antiguas. En la segunda parte tocó los temazos. En los bises salió solo con su guitarra y dijo "requests?", pero vamos hasta que no dijimos la que quería oir no tocó. Era Sad Eyes.

Buen concierto pero por culpa del horario y el precio de la bebida un poco frío. Público guapo megapijo de los 25 a los 45, mas chicas que chicos. La afición del pijerio por este tío es un misterio que no acabo de entender.

Anecdotas:
- Josh Rouse se me ha engordado. Habrá sido padre?
- Josh Rouse: ese sombrero te queda peor que a Antonio David en Acorralados
- Al bajista le pusimos como mote el "posturitas" aunque yo al final le llamaba el Langui.
- El bateria se quedó con el mote de "el pelucas"
- Que hacía esa rusa despampanante con ese tío? No me lo digas, no lo quiero saber.

Cursa de la dona, l'èpica

Llevar-se a tres quarts de vuit, quan fa mitja hora que et va sonant el despertador, i has quedat a les nou a plaça Espanya per fer la cursa de la dona, però plou a bots i barrals, i ho sents des del llit, tan calentet... té molt mèrit!
Més desprès de l'experiència de l'any passat, massa diumengera pel meu gust, vaig tornar-m'hi a inscriure perquè han canviat el recorregut, Gran Via i la dreta de l'Eixample, amb sortida i arribada a l'avinguda Maria Cristina, i 6 km enlloc de 5.

Arribar allà i que l'aigua no només no deixi de caure, sino que cada cop ho fa amb més ganes, i tot i així dir va, ja que som aquí, fem-la, ni que sigui caminant i amb el paraigua obert. Però quan s'ha anat acostant el moment de la sortida, que em sembla que ha estat amb retard, recoi, per tal que pogués parlar l'alcalde , m'han entrat els nervis i les ganes de córrer. He convençut a la maca ("va, correm una mica, al trote") i som-hi, a avançar caminadores que s'han colocat al punt de sortida de "menys de 30 minuts" (quina part de les 4 paraules no han entés?).
En menys d'un minut anava molla fins les calces, com sospitava, la meua jaqueta paravent no és impermeable... Però mentre corres no en fa de fred. És una altra història, això de córrer amb la pluja que no ha parat en tota l'estona.
I no sé quántes dones haurem pres la sortida finalment, erem 12.000 inscrites però segur que moltes s'han quedat a casa, tot i així, erem un bon sarpat. Joves, no tan joves, jubilades i homes amb perruca, moltes hem estat les que no ens hem atemorit per una mica (un molt) d'aigua i fred. M'agradaria saber quántes tindrem una galipàndria de cal deu demà, jo la meua la veig venir, però ha valgut la pena, estic tan orgullosa de mi mateixa!

L'inquilino, un cop més, no ens ha fallat, i ens ha animat des de la barrera.

No puc deixar de fer una crítica constructiva a l'organització i l'Ajuntament: no pots posar a córrer 12.000 dones i no tallar la Gran Via, ni la Ronda Sant Antoni, o deixar un parell de carrils de baixada a Balmes.

Ara espero amb impaciència els resultats, perquè quan he entrat a meta el cronòmetre marcava 36 minuts i escaig, que no em quadra amb el setlist de 40 minuts que portava. Era el meu objectiu, no fer més de 40 minuts, molt poc exigent, ho sé, però estic entrenant molt poc!!! I tinc una mica d'anèmia! Si he fet 36 estaré tan contenta.... i sino, també!

Que la Jean Bouin l'endemà del Primavera Club ens agafi confessats...

Todo lo demás - Grupo de Expertos Solynieve

Si no hubiera habido tantas erres...

sábado, 5 de noviembre de 2011

In-Edit: Talihina Sky - The Story of Kings of Leon


Fantástico documental, sin apenas canciones de los Kings of Leon, con imágenes de sus conciertos o en estudios de grabación muy limitadas, la trama se sustenta en la reunión anual de la familia Followill (y la rama Brown) en Talihina, un agujero perdido en Oklahoma.
La familia, desde el abuelo Leon que dio nombre al grupo, a un hatajo de tíos a cual más desdentado, primos chungos y por supuesto, los padres, dan testimonio de cómo eran y cómo son. La madre es tremenda: cuenta cómo al pequeño Nathan le entró el Espíritu Santo y empezó a hablar en lenguas extrañas como si fuera lo más normal del mundo (de hecho, para ella lo es, les ha pasado a los tres niños más de una vez), casi con lágrimas en los ojos.
De lo mejor, y hay muchas perlas, la mezcla de imágenes de las ceremonias de "avivamiento", o algo así, de la iglesia pentecostal (lo de que les entra el Espíritu Santo) con unas de ellos tocando a muerte en lo que parece un ensayo: los movimientos espásticos de unos y otros son los mismos.
En la categoría de entrañable: las imágenes de ellos de pequeños.
En lo musical, enterarte de que Caleb (que de pequeño quería ser predicador, se lo sacó de la cabeza para no ser lo pobres que fueron ellos) y Nathan (Nate para la familia) grabaron una canción patética rollo gospel con quince años, y de que Jared y el primo Mathew se unieron al grupo sin saber tocar. Verles pelear por un solo de guitarra, y la magnífica bronca que le clava Nathan a Caleb por engreído e irresponsable (se le fastidiaba la voz).
Reina el caos temporal, pero por los pelos que llevan te sitúas.

No es un documental sobre grupo de música al uso. A veces se echa de menos más información sobre los discos, el proceso creativo, imágenes de conciertos. Pero es que aquí los protagonistas son Talihina y su familia de auténticos rednecks sureños. Y pentecostales. Que no sé qué es peor.

Si se os pone delante, no lo dejéis pasar. Vale la pena.

In-Edit: They call it Acid

Haces una mínima apología de las drogas y la gente aplaude a rabiar. Bueno, los de PP seguramente no, pero los modernos, sin duda.
El documental no pasa de entretenido, relata el auge y caída de las raves acid en Reino Unido en un periodo de tiempo bastante corto, de 1988 a 1989. En lo musical la cosa no da mucho de sí, casi por suerte no hay ni una canción entera. Las imágenes, justitas, no había móviles ni cámaras digitales grabando. Los testimonios, lo que lo salvan. Pero es un documental flojo, con muchas lagunas: ¿de dónde salía la pasta para montar raves en las que se invertían 100.000 libras? ¿quién ponía las drogas? ¿había policlines?

viernes, 4 de noviembre de 2011

miércoles, 2 de noviembre de 2011

In-Edit: Troubadours


He salido de casa con el tiempo justo, muy justo, y he batido todos mis récords: en 22 minutos me he plantado en la puerta del Aribau. Andando.
Sorpresa, apenas ¿qué? treinta o cincuenta personas en la cola. No llegaba ni a la esquina. A diez minutos de que empezara. Ser de las que bajaran la media de edad ya lo esperaba, pero tan poca gente... Sospechas confirmadas en el cine, apenas un cuarto de entrada, y siendo generosa. Y eso que está en la sección oficial.
En fin, a los modernos se les ha visto el plumero. Eso, o que ya abarrotaron la sala viernes o sábado. Ja, ja, permitidme dudarlo.

Documental centrado mayormente en las figuras de Carole King y James Taylor (he salido fascinada por la personalidad y elegancia de ella y la cercanía y honestidad de él) y de forma más secundaria, Jackson Browne, Kris Kristofferson, Joni Mitchell y otros. Entrevistas de entonces y de ahora, conversaciones entre ellos, y una clara exposición de cómo salió de la nada, del agotamiento del rock de los sesenta, un grupo de songwritters que dotó a la música popular de una intimidad y una sensibilidad hasta entonces inusual. O inexistente. De un club donde se enfrentaron al público por primera vez, que se convirtió en un referente, en la esencia de una escena en el Los Angeles de los primeros 70. Como dicen en el documental, Laurel Canyon* was the bedroom, the Troubadours was the livingroom, and marihuana was church. (*Laurel Canyon era el barrio en que vivían muchos de ellos, en hippie vecindad).

Impecable y emotivo.

I've seen sunny days that I thought would never end
I've seen lonely times when I could not find a friend
but I've always thought that I'd see you again.

martes, 1 de noviembre de 2011

In-Edit: George Harrison. Living in the material world


Cuando vi que el documental firmado por Scorsesse duraba 208 minutos (¡208 señores! tres horas y media) casi deseé no haber cogido entrada. Idiota. Claro, si no lo hubiera visto, y por mucho que me hubieran contado, no sabría qué me habría perdido, pero thank God (o Krishna).

Magnífico documental. Repasa la vida de George Harrison casi desde que era un crío hasta su fallecimiento. Fotos, grabaciones, entrevistas que concedió, y por supuesto, testimonios, incluidos los de Paul McCartney y Ringo Starr, Eric Clapton, sus dos mujeres, hasta su hijo, Dhani, de parecido físico asombroso.

Cuenta su papel en los Beatles, en los inicios ("John tocaba una guitarra de cuatro cuerdas, ¡no sabía que las guitarras debían tener seis cuerdas!"), en su contribución a las canciones (Something, una de mis favoritas, es suya, y fue la primera canción de Harrison que fue single), en la separación. Su carrera musical posterior (aun estoy digiriendo la peluca de Phil Spector, pero me emocioné al ver a Roy Orbison), su carrera cinematográfica como productor de Monty Python (hilarante el testimonio de Eric Idle, sobre todo, completado con el de Terry Gillian). Sus labores de jardinería.

Por encima de todo, destaca su calidad humana. Tuvo momentos malos, quién no, y así lo reconocen algunos de sus amigos, pero prácticamente todos coinciden en lo mucho que aun lo echan de menos. En lo doloroso que aún les resulta hablar de él. Y hace casi diez años y con eso creo que está todo dicho.