domingo, 17 de julio de 2011

FIB 2006: viernes

Lo primero es lo primero, y aunque estoy cansada y empanada, mejor hago la crónica con los conciertos recientes, las sensaciones flotando aun a mi alrededor y la penilla por no estar hoy allí aun (que nos lo pensamos, eh? pero ante la práctica imposibilidad de que hubiera plaza en algún tren el lunes, lo dejamos). La logística: ya la sabéis, mil veces repetida: viaje en tren, hotel en Castellón (como te he echado de menos, orange...) El viernes comimos en Pizza 2000, un FIB sin hacer allí al menos una comida no sería lo mismo. Lo peor, y era muy pero que muy peor, la vuelta a Castellón a las 6 de la mañana. Ir, fácil, autobuses urbanos cada 15 minutos, pero volver, un infierno. El viernes después de esperar 2 horas de reloj, de 6 a 8, ver cómo nos pasaba por delante de las narices un bus petado que ni paró y de infinidad de llamadas a taxis, apareció uno y lo asaltamos (invitando a dos personas a venir, no quisieron, yo flipo). La vuelta del sábado, o sea, esta mañana pero que era ayer, en fin, pues por otra ruta, para pillar el bus en la salida, y eso si que ha sido el asalto al bus, pero me ha salido la furia y la garra de la que carezco por completo y no ha habido piyuli ni bakala de los que van a Benicàssim de marcha que se me colara. Pero a lo que os interesa, la crónica socio-musical.

Viernes. Entramos a las siete de la tarde, pasamos del Doherty y nos vamos a oír chirriar a los 12Twelve. No sé, a mi no me dice gran cosa su propuesta, pero para empezar con las cervezas, encontrarnos a Esther, y algún otro mallorquín (no los he visto a todos), y echar una charleta, guay. Esperamos ya a Garzón, me desentiendo un poco del concierto, socializar es lo que
tiene, pero están bien. Leo hoy en el fiber que el cantante mostró al final la orden judicial o lo que sea del abogado de Garzón que les prohíbe usar ese nombre y que anunciaron que a partir de ahora se llamarán Grande-Marlaska. Subimos a la carpa vampira a ver los últimos temas de The Walkmen, grata sorpresa, a investigar. Son ya las 8 y pico y es esa hora tonta que no sabes qué ver, o qué cenar. Resultado, ni una cosa ni otra, me paso un buen rato contestando vuestros sms. La primera es Paloma, preguntando qué estaba haciendo, si estaba fumando (private joke). El segundo, Alberto, que lo había visto por la tele, "snif, snif, cuantos recuerdos, que envidia". El siguiente, Jesús, "cabronas, este finde no escucharé r3, que envidia". Los tres mensajes en 10 minutos!!! Bajamos hacia el escenario verde, a colocarnos por donde siempre para Pixies (sólo he conseguido llegar allí en este y en el de Strokes, cruzar aquello justo antes de los conciertos, misión imposible, ni por atrás ni por ningún lado). Ya habréis leído las crónicas de verdad en la prensa, imagino, y si dicen que se salieron, es verdad, si no, mienten como bellacos. Putada lo de las avalanchas, bueno, que casi se cargan la valla, y el parón se notó, cortó el rollo, pero la vuelta fue apoteósica, debaser, here comes your man, gigantic.. que más se puede pedir. Quizá el concierto del primavera 04 fue mejor, pero este lo pude disfrutar más. El cotilleo cruel: Kim Deal. Para todos los que la teníais de ídolo indie, ha envejecido fatal, de hecho al principio le pregunté a Patricia que donde estaba. Siendo mala, que no me gusta serlo, como la cantante de Dover cuando dejó la dieta... Lo siguiente, después de las paradas técnicas pertinentes (wc, cervecita..), Dominique A. Nos encontramos unos amigo de Patricia de pura chamba, y le hacemos poco caso al francés, y le abandonamos para ir a Strokes, pero a mí me estaba gustando. Y nada, a los Strokes, a ver a nuestro Julian, que sale hecho un figurín, con cazadora de piel!!!! Me recordó un Jarvis con jersey de lana hace 5 años... Pero la estética es la estética... Abren con el primer single del nuevo álbum, tocaron de este y del is this it, y estuvo bien porque son ellos y por las canciones, y porque si te enlazan Hard to explain, You only live once y Last Nite, se meten en el bolsillo a cualquiera, pero el sonido era infecto. Sonaba amortiguado, sin fuerza, la voz de Julian no se oía. En fin, digan lo que digan las crónicas, estuvo bien pero le faltó algo y fue un poco la decepción de la noche. Cuando terminaron nos planteamos ver al Tiga, pero pasamos. Empezó Manta Ray pero no les dimos la oportunidad de más de media canción. Empezó un deambular errático de carpa en carpa en busca de algo que nos hiciera mover los pies con ganas, y bueno, costó. Ni los jamones. El cansancio del día se hacía notar. Así que hasta mañana.

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