sábado, 21 de mayo de 2011

Yes we camp

Hoy he ido a Plaça Catalunya con mi hijo a cuestas a ver lo que veía, con la mente abierta. Olvidando el pasado y las mil decepciones. No hemos podido entrar al centro de la plaza. Hemos escuchado desde fuera como se trataban en asamblea de multitudinaria si se reparaba el jardín de la plaza maltrecho o no. No ha habido acuerdo. Es lo que tienen las asambleas.

Hemos dado una vuelta a la plaza y he visto a unos cuantos conocidos, esperanzados con este movimiento, seguramente más que yo. He visto que gente de todas las edades discutiendo sobre las razones del movimiento, sobre la utilidad del mismo.

Me han impresionado las pancartas, las proclamas y lemas en rotulador son sin duda más impresionantes que en una perfecta Arial 60. Suena como más auténtico.

Luego Gael se ha agobiado, hemos ido a un parque de niños pero estaba cerrado, en la ciudad del circo para los turistas es imposible encontrar un parque abierto para que un niño pueda jugar.

Así que he decidido meternos en el Decathlon y dar libertad al canijo para que diera rienda suelta a su espíritu borroka. Se lo ha pasado de muerte. Entre otras cosas, ha hecho su primer mate y su primer viaje en skate.

Al volver hemos vuelto a pasar por la plaza y hemos vuelto a escuchar y a leer carteles, que recibían miles de flashes fotográficos. Hace apenas una semana ni los mirábamos.

Todo esto va a servir para algo, seguro. Al menos para recordarnos a todos que lo más importante no es el dinero, es precisamente lo menos importante de todo.

1 comentario:

la maca macarra dijo...

Genial Rayu¡¡
No nos olvidaremos¡¡