domingo, 7 de noviembre de 2010

Odio las low-cost, viva Manchester


Pasar un fin de semana que no ha llegado a las 48 horas-party-people en un suspiro y que me toque cagarme en EasyJet es mala suerte. Porque la noche del viernes le toca al Barón. Estoy deseando leerlo.

Bueno, a lo mío. EasyJet. Odio las low-cost, a la mierda la democratización del aire, yo era más feliz cuando solo volaban los ricos y te trataban a cuerpo de rey. Ahora vuelas por dos duros pero te intentan sacar diez con la excusa más perigrina, amén de tratarte como ganado. No, peor, mi padre cuando carga terneras las trata con más cariño.
Lo de no asignar asiento es una gilipollez que crea situaciones ridículas: adorables Mildreds corriendo por la pista hacia el avión atizando con su maleta al infortunado que tengan cerca para poder colocar equipaje y culo. Lo de que solo puedes llevar un "bulto" y que dos maleducados azafatos de tierra te obliguen a embutir el bolso en la maleta, otra.
Azafatas de avión antipáticas y groseras, servicio a bordo justito. En fin, si puedo, como Continental, nunca mais.
Nada que ver con la vuelta de hoy con Monarch, compañía que queda colocada en lo que yo llamo medium-cost, o sea, tarifas bastante baratas y trato más que decente, volaré con ellos si tengo ocasión sin dudarlo.

Pero una vez pasado el pataleo, debo decir que hay que volver a Manchester, ¡solo hemos estado en tres pubs! Eso sí, en uno de ellos, el más pequeño de la ciudad, tuvimos la suerte de caerle en gracia a la simpática propietaria y estar charlando amigablemente con ella un buen rato.

En la calle, cualquiera a quien le preguntes intentará ayudarte (flipan de que alguien quiera hacer turismo en su ciudad) y hasta los borrachos son simpáticos y a falta de español te explican su vida en un francés (con muy buen acento) y te dan un par de besos antes de irse.

Y las discotecas, ay, ¡qué lujo! Del indie pasan al tecno en lugar de al fifties-sixties, pero mientras son indie, gloria. Oir en la misma noche a Pulp, Oasis, New Order, Joy Division, Stone Roses, Blur, The Strokes, Smiths, Franz Ferdinand, Artic Monkeys y un montón de canciones que no conocíamos pero igual de buenas, ya no pasa en Barcelona. Vaaaaaaaaaaale, supongo que el hecho de que la mitad de los nombrados sean mancunianos ayuda, un poquito. Pero déjate, a los djs aun se les puede pedir música y ¡la ponen! Hemos bailado en la discoteca de uno de New Order, y hemos dejado el pabellón de los puretas españolitos bien alto. Cuando el Barón haga su crónica, me entenderéis.

Por si todo esto, y más, no fuera bastante, encima nos ha hecho un tiempo espatarrante (pareado), frío con sol. De lujo, como la compañía, las discotecas y el hotel.
Deseando volver.

5 comentarios:

Anna Blume dijo...

El Mersey fluye...

El Barón Rampante dijo...

Walkiria y yo sobrevivimos a la tortura del avión gracias a una botella de whisky comprada sabiamente antes de embarcar.

chocolate overdose dijo...

pero el azote quimico del genuino Madchester se nota en la poblacion?saben hablar?

Gwen Stacy dijo...

No solo saben hablar, ¡es que son la mar de majos!

4 vuelos en 5 días dijo...

Hay que explorar la Inglaterra profunda, tiene mucho más encanto que Londres.
Y la próxima vez con escote y tacones de aguja, para camuflarnos con las oriundas del lugar.