domingo, 5 de septiembre de 2010

Sintonitzza y las Flores Azules

Solo cuatro valientes nos acercamos a Santaco el viernes, aunque el cartel este años no tuviera grupazos de relumbrón más allá de Standstill, que a mi no me dicen mucho.
Pero a Santaco no se va por el cartel, se va porque sí, porque mejor relación calidad precio no vas a encontrar, y si encima los del Maverick vuelven a los precios anti-crisis (4.50 el cubata, 1.20 la caña de mortiz), no se puede pedir más.
Llegamos al final de Mujeres (a mí no me acaban de "hacer el peso"), y nos quedamos un ratito a Cápsula (mucha actitud y algún guitarrazo notable), pero en la plaza mayor estaban Delafé y las Flores Azules, que nos gustaban a los cuatro, así que allá que fuimos.
Decepción. No es el mismo grupo, se ha ido Facto y allí faltaba punch (Barón dixit). Han añadido vientos (las Trompetas de la Muerte) y no está mal, pero no es el mismo grupo, y está bien, no les recrimino querer cambiar, avanzar, o lo que sea, pero tocaron "La Juani", "El indio", "Gigante" y no se reconocían. Así que no nos quedamos a no reconocer "Enero en la playa". Prefiero mantener intacto el recuerdo de aquella primavera espléndida que culminó en un FIB con un concierto apoteósico.
Vuelta al parque Europa, que si nos vamos o nos tomamos una copa, nos tomamos una copa, Los Coronas con su música de spaghetti western de banda sonora de confesiones, y ya que estamos, nos quedamos a Chema Rey, ¿no?
Disperso, empezó con media hora sixties, muy buena pero cansina al final, nos echó bronca por no bailar, fuimos delante para que viera que sí, que bailábamos, aunque también podía haber probado a cambiar el set, cosa que hizo un poco más tarde. Siguió con algún temazo pero volvió a las andadas sixties, y no parecía que fuera a pinchar "Un buen día", de "Mi hermana pequeña" ni hablamos, y a las 4.30 emprendimos la vuelta a casa.

2 comentarios:

margarita dijo...

Gwen, lo que posava al final no era sixties, tan de bó... era més aviat rock'n roll bastant trillat.

El Barón Rampante dijo...

El concierto de delafé y las flores azules ha significado una de las mayores decepciones de mi vida desde que vi un piso "a reformar" cuando lo que querían decir era "a derruir". Me sorprende que entre tanta playa, tu sonrisa y tu pollas ningún amigo suyo les haya dado una hostia de gilipollas que son. Un grupo chulo, pasa a ser un grupo chungo, por culpa de una producción nefasta (pinker tones). Si lo que quieren es ser un grupo de minorías, van por buen camino.