El lunes, de vuelta de una semana aislada del mundo virtual, me enteré de que Antony & the Johnsons tocaban el 15 de abril en el Palau de la Música y que las entradas se habían puesto a la venta el 18 de diciembre.
Miré, con pocas esperanzas de encontrar algo, pues iba 11 días tarde, y por mucha fiesta que haya, ya sabemos cómo nos las gastamos en cuestiones de ansiedad consumista compulsiva a la hora de pillar entradas.
Evidentemente, estaban agotadas, pero escribo esto porque estoy escandalizada de que costaran de 18 a 68 €.
18 en unos palcos donde no se ve ni torta, confirmado por ServiCaixa, y en los que cabe muy poca gente. El siguiente precio es 40, en el segundo piso, y va subiendo.
Una entrada para un concierto de música clásica allí se puede encontrar desde 12 €. Con orquesta sinfónica (= muchos músicos a los que pagar el sueldo), la platea sale a 40 €.
Antony, lo siento, me gusta mucho tu música, pero estás sobrevalorado.
Señores promotores, gracias por tomarnos por tontos.
Esta vez no hubiera tragado.
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5 comentarios:
yo esto de las entradas agotadas no me lo acabo de creer,suena a estrategia de marketing pq luego está lleno de invitados y todo medio vacío...y efectivamente,que les tomen el pelo a la familia de los promotores,que hay crisis.
Calexico el día 20 cuesta 25 + gastos, y quien quiera ir que corra que las de Madrid ya están agotadas (a no ser que se trate de una estrategia de marqueting)
Oído cocina. Una de las cosas que quería hacer en las vacaciones y no he hecho. Voy a mirar ahora mismo...
Comprada!
Pues sí es penoso sabiendo lo que cuesta ser un músico clasico. Pero como Antoni le gusta a los gays y las chicas: entradas agotadas
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