jueves, 13 de marzo de 2008

El sexo (La posibilidad de una isla)

El placer sexual no era solo superior, en refinamiento y en violencia, a todos los otros placeres que pudiera comportar la vida; este era el único placer que no se acompañaba de ningún dolor para el organismo, sino que contrariamente contribuía a mantenerlo en su nivel más alto de vitalidad y de fuerza; era el único placer, el único objetivo en realidad de la existencia humana, y todos los otros -que se asocian a las comilonas, el tabaco, los alcoholes o la droga- no son mas que compensaciones irrisorias y desesperadas, mini-suicidios de los que no tienen el coraje de decir su nombre, tentativas para destruir más rapidamente un cuerpo que ya no tiene acceso al placer único...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vale,me has descubierto,estoy en un imparable proceso autodestructivo por falta de sexo...quién me salvará????snif,snif!

pd:otro día hablamos de deporte como sustitutivo del placer único.

boyscout dijo...

este jodido Houellebecq de tanto repetirse a si mismo ya desbarra. me parece que se ha convertido en el jodido paulo coelho de los que se piensan que están de vuelta de todo. antes de perder un solo minuto con sus libros prefiero el prospecto del champú.