sábado, 22 de diciembre de 2007

El espiritu de las pasadas navidades


Esto escribí el año pasado para la historia del Baileys, sin censuras. Espero os guste:

Viernes 22, noche. Iván nos ha invitado a su casa para cenar. El domingo vuelve a Vilanova para pasar con la familia las navidades. Hemos venido Andrea y Víctor. En la cena además de Iván está su hermana que es pintora. La casa está en Poble Sec, es un principal pequeñito. Está decorado con cuadros de la hermana de Iván que tiene un estilo claramente pop. Yo he traído un reserva de Raimat, cavernet sauvignon del 97. Es del lote de navidad de la empresa. Lo abrimos y está buenísimo. En la foto muestro un mantel que ha hecho la hermana de Iván para una mesa auxiliar.

La cena se compone de una ensalada de lechuga y queso y pizza casera. Además Andrea ha traído sushi y Víctor el postre, una Mouse de frambuesa y otra de chocolate. Todo está buenísimo. Estos son mis amigos. Con ellos comparto la soltería, el gusto por la música pop, y la noche. El ambiente es íntimo, hacemos balance del año –en realidad lo fuerzo yo-, Personal, sentimental y de cosas más banales como los mejores discos, los mejores conciertos, las mejores películas. Llega Neus, una amiga más joven que también le gusta mucho el pop. Precisamente llega tarde porque ha ido al concierto de Jarvis Cocker, el cantante de Pulp, en el Razz.

Empezamos a tomar copas. Unos toman Whisky, Neus y yo ron añejo de una marca desconocida –Flor del Caribe, creo- pero aun así buena.

Sobre la una salimos. Nos dirigimos al Ambar, en la Rambla del Raval. Local de encuentro habitual. En la puerta está Olga, mi novia, hacía días que no la veía con el tiempo y la tranquilidad suficiente. Me da un subidón de amor y le beso toda la noche. También nos encontramos con el resto de amigos. Hay una ambiente de alegría. Al fin estamos todos juntos. Hay ganas de juerga. Tomamos otra copa de lo mismo. Sobre las 2 y media nos vamos al Apolo 2. También lugar habitual para acabar la noche. Tocaba Dorian pero llegamos tarde. No importa. El DJ residente es amigo de Iván y nos pone a unos cuantos en la “lista”. Nos pasamos media noche en la zona fumadores bebiendo los productos habituales -whisky, ron añejo y algún vodka naranja, creo-, cuando mi nivel de humo se colapsa decido atacar la pista de baile bailamos hasta que a Olga le entra el sueño. Volvemos a casa. Es decir a su casa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No me acordaba de ese jersei, pero ya no lo tengo, supongo que lo perdí en la última mudanza.

Anónimo dijo...

Llevo la misma camisa que aquel día...oh!no!he entrado en un bucle infinito!!!!tendré que volver a suspender LA asignatura!!!!

boyscout dijo...

definitivamente parece que estamos en algo parecido a un bucle, yo al menos tengo la extraña sensación de completar cada año el mismo album de fotos, cambian los peinados y la banda sonora, pero el guión hace tiempo que dejó de ser original, se repiten las mismas escenas de la misma tragicomedia, le pongo unas risas enlatadas y suele colar como nueva, oye, creo que esta vez voy a pasar del repaso anual, buscaré la hoja del pasado y me limitaré a cambiarle la fecha.

Gwen Stacy dijo...

Pues sí, cambian pocas cosas, yo no he perdido la camiseta y me la he seguido poniendo en 2007, y la sensación de bucle me dura casi desde que volví de Madrid (y fue en agosto de 2002) y preocuparme lo que se dice preocuparme, pues no, que dure y lo sigamos disfrutando, como dicen los viejos en mi pueblo: "per molts anys, en vida teua!"