domingo, 1 de abril de 2007

semana santa

Hay algunos momentos en los que consigues que tu cuerpo sintonice completamente con algo que existe más allá de sus límites, como si de alguna forma en esos instantes fuéramos poco más que una gran antena con patas, no os ha pasado que besando a alguien cada uno de vuestros gestos nacía como replica perfecta en una especie de coreo improvisada? O escuchando un disco vuestros latidos, o la forma de mover los brazos al andar, se acompasaba con el ritmo de la canción? Son esos momentos únicos los que de verdad merecen la pena, porque de alguna manera trascendemos, somos algo más que no solo nosotros y ahí reside la autentica religión. Escuchando a Jeff Tweedy en el pasado primavera club tuve uno de esos instantes de comunión o como queráis llamarlo, no sabes si llorar o reir al alcanzar esos jodidos momentos de paz.

No hay comentarios: